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EL PENSAMIENTO ECONÓMICO HOY

 

 

Hernán Darío Aguiar Garcés*

*Docente Universitario UdeM. Economista Industrial (UdeM). Aspirante Especialista Economía y Negocios Internacionales.

 

 

La década de los años 90's próxima a terminar, al igual que sus antecesoras las de los años 80's y 70's han estado marcadas por profundos contrastes sociales, culturales y políticos en América latina; desde la transformación de los modelos económicos cepalinos, (que preservaron las economías cerradas), pasando por la consolidación de las democracias, (a raíz de la caída estridente de los gobiernos de extrema izquierda con excepción de Cuba), hasta llegar a los esquemas de conformación de regiones comerciales o bloques de integración económica como el Mercosur, Caricom, G-3 y múltiples acuerdos bilaterales que se conocen en la actualidad.

Del mismo modo puede decirse que han cambiado los contextos del discernimiento económico, a nivel gubernamental, industrial, comercial y académico; sin embargo es notorio como en este largo discernir unos y otros se enfrascan en discusiones lasas y superfluas producto del desconocimiento propio de la nueva conceptualización económica.

En efecto, la globalización de la economía, la apertura económica, la economía internacional, el comercio exterior y el nuevo modelo neoliberal son temas cotidianos que generan controversia y polémica en cada uno de los estadios anteriormente mencionados.

Conviene distinguir fundamentalmente cada uno de estos escenarios como quiera que en su contextualización pueden prestarse para ser manipulados de manera equívoca ya sea tendenciosa o ingenuamente por quienes realizan constantes negociaciones locales o foráneas o por quienes de una o de otra forma por sus actividades profesionales o académicas se encuentran inmersos en ellos.

La Globalización, en el más amplio sentido de la palabra, es definida como "la concretización del mundo entere, como único lugar y como el surgimiento de una condición humana global". Es un proceso multifacético que tiene las características shumpeterianas simultáneas de "creación" y "destrucción", nada nuevas para este siglo, pero remozadas para el nuevo milenio caracterizado por la exponencialidad creciente de la interactividad de las acciones del hombre moderno.

Está apoyada en innovaciones tecnológicas y en nuevas condiciones políticas, modifica el discurso económico en todos los países, aumenta la incertidumbre, provoca en los individuos el deseo de ser universal v la necesidad de ataduras e identidades locales. El término globalización puede ser empleado tanto con relación a un proceso histórico como a un cambio.

De cualquier modo existen abundantes definiciones acerca de la globalización; en general la mayoría de los autores entienden la globalización como simplemente la continuación de la tendencia de los últimos cincuenta años hacia una mayor integración económica internacional. La diferencia es que actualmente los mercados son más grandes, más complejos y más interrelacionados entre sí, por otra parte otros autores la precisan como una nueva fase de la internacionalización de los mercados, que pone en dependencia recíproca a firmas y a las naciones en grados absolutamente originales e inigualados en el pasado.

Ahora bien, aunque la globalización posee características propias que la difieren de comportamientos pasados, se le considera como una tercera fase del proceso de internacionalización de los mercados, cuyas anteriores fases están comprendidas: la primera, desde finales del siglo XIX hasta antes de la Segunda Guerra mundial y la segunda, desde la finalización de ésta hasta mediados de los años 80.

El avance de la tecnología en las comunicaciones actuales, es una de las principales características del actual proceso de globalización. Dicha tecnología no solamente permite comunicaciones de formas más rápidas, seguras y amplias geográficamente, sino también que ha abaratado sensiblemente el precio de las mismas; demostrando en la práctica el cumplimiento teórico de que los precios se regulan en el libre juego de la oferta y la demanda. Esto ha fortalecido enormemente la calidad y disponibilidad de información por parte de la sociedad y ha exigido mayor competitividad de las empresas para la internacionalización de los procesos.

Para alcanzar este objetivo, los costos deben ser reducidos y la productividad debe ser aumentada; circunstancia que ha desencadenado, por una parte, un agresivo proceso de fusiones, compra -venta de empresas y formación de megacentros de producción y distribución con el fin de mejorar el coeficiente de las economías de escala; de tal forma que para competir se pueda hacer por bajos costos o por diferenciación del producto, y por otra parte, la necesidad de establecer un nuevo estilo de relaciones laborales basado en un esquema de flexibilidad del mercado laboral. Además los procesos de globalización para que puedan ser exitosos deben fundamentalmente determinar dos aspectos: primordialmente hacer énfasis en el pensamiento y en la actitud del individuo frente a la economía global izada y posteriormente desarrollar la formación del área del conocimiento.

Frente al primer aspecto, los países del Continente Americano han optado por: la eliminación de barreras económicas y arancelarias, (medidas que protegían las industrias propias), que han servido para alcanzar un mayor beneficio al disminuir costos y ampliar los mercados y han exigido un cambio de mentalidad de los empresarios, circunstancia que ha sido un complemento en las economías de los mismos y de sus países.

De la misma manera, la transferencia de tecnología ha ayudado a que los países busquen una mayor eficiencia en sus productos y con esto un mayor desarrollo en sus economías. Es así como los avances tecnológicos en las diferentes áreas, entre ellas las comunicaciones, han logrado que éstos puedan hacer intercambios económicos y comerciales sin necesidad de trasladarse de un lado para el otro; lo que de alguna forma ha contribuido a agilizar procesos en las diferentes áreas y sectores de la economía entre ellos.

En conclusión los grandes números del comercio y de las finanzas, la liberalización y desregularización de la economías, la formación de grandes bloques regionales, la concentración del poder económico y financiero, y los nuevos estilos de producción, comercialización, gestión empresarial y laboral apoyados en avanzada tecnología; son los elementos básicos distintivos del actual proceso de globalización, los cuales crean una nueva visión del mundo y a su vez una exigencia a las personas y entidades responsables del crecimiento y desarrollo económico, social y político de los países

La Apertura Económica por el contrario es un proceso dinámico de modernización apoyado por el crecimiento de las expoliaciones y destinado a garantizar un puesto preferencial en el mercado mundial con el fin de hacer más ricas las economías y así generar más empleo. Un proceso de apertura busca que los países se inserten a la economía internacional, con todos los sectores de su economía, mediante la especialización de la producción de bienes que les permita ser más eficientes que los demás, para intercambiar luego sus excedentes, logrando que todos ellos salgan ganando.

En este sentido puede decirse que la apertura económica ha venido convirtiéndose en un medio de procurar racionalidad, mayor empleo de recursos y un más alto desarrollo económico con los que se esperaría que las fronteras nacionales estuvieran libres de interferencias gubernamentales, aranceles, cuotas, reglas, procedimientos diversos y controles de cambio, que se encuentran interferidos por razones políticas, económicas y sociales.

Las ventajas comparativas, la especialización internacional y el libre comercio traen a todos beneficios, debido a que unos países tienen ventajas que otros no tienen. "Cuando un país se especializa en la producción de un bien en el cual tiene una ventaja comparativa, la producción total de cada bien necesariamente se incrementa, con el resultado de que todos los países obtienen un beneficio", principio fundamental de la economía internacional clásica.

La crisis por la que han transitado los países latinoamericanos y el nuevo contexto internacional que enfrentan, hacen que, para poder entrar a los mercados mundiales, se proponga la urgencia de modernizar los aparatos productivos para lograr competitividad corno base del progreso.

En la avalancha aperturista registrada a principios de esta década los tigres asiáticos dejaron una gran enseñanza, fabricaron una gran apertura a través de un largo proceso de construcción de un aparato productivo, haciendo que las exportaciones marcaran un prolongado dinamismo, con intervenciones políticas que aportaran un equilibrio macroeconómico, dándose altas tasas internas de formación de capital, cualificando la inversión extranjera, su apertura empezó con importaciones en mercados claves y otorgaron incentivos a las exportaciones para el mercado interno.

Siempre impidieron la revaluación de la tasa de cambio, cosa que no ocurre en Latinoamérica, donde la mayoría de los países han hecho desmantelamientos arancelarios en breves plazos; adicionalmente, en momentos en que la reforma comercial requería devaluaciones de la tasa de cambio, las liberaciones cambiarias y financieras han traído a la región flujos de capital proporcionando revaluaciones cambiarias importantes.

Durante los años 80's Colombia aparecía como la economía de mejor desempeño de América Latina, sin tenerse en cuenta que debido al retroceso de la mayoría de éstas, se ocultaba el también pobre desempeño de la Colombiana. El gasto en ciencia y tecnología en términos de PIB no correspondía ni a la décima parte de Estados Unidos y Japón; tan escasa incorporación tecnológica, se refleja en los índices de progreso: la productividad del trabajo ha caído y el conocimiento ha contribuido al crecimiento económico en forma prácticamente nula.

De otro lado, los bajos niveles de ahorro, en gran parte fueron a cubrir el servicio de la deuda, introduciendo a la economía del país en un circulo vicioso: deteriorada la inversión, determinó una caída del crecimiento, trayendo consigo menos inversión que a su vez se reflejó en materia tecnológica, indicando así que no hubo una modernización.

Los hechos posteriores demostraron que las empresas no podían competir en los mercados internacionales sin un proceso previo de capitalización e inversión tecnológica, creyendo que la sola apertura solucionaría el problema y que la modernización sólo se daba a partir de la competencia internacional procurada por el mercado libre y que esa apertura era el requisito para el crecimiento y el desarrollo económico.

Dado que la apertura económica por si sola no dinamizaba las economías se hizo necesario la generación de otros procesos que permitieran este objetivo, con la utilización de la comercialización internacional que desde sus orígenes teóricos mostró a los primeros economistas clásicos desarrollando un marco de concepción particular de economía política y una prescripción analítica y programática sobre principios de política económica para las relaciones comerciales internacionales, se podía evidenciar la base para estos procesos.

Posteriormente la teoría convencional del comercio internacional contribuyó con el desarrollo conceptual y la formalización analítica de la temática al demostrar con un rigor axiomático que en un régimen de competencia perfecta pura y bajo un sistema de transferencias ideales –lump sum transfers–, el libre comercio conduce a la economía mundial a una situación de optimalidad de primer orden en el que con los recursos disponibles no es posible aumentar la producción de un bien sin sacrificar la de algún otro bien y en la que el bienestar de ningún agente económico puede ser mejorado sin deteriorar el de cualquier otro (conceptos clásicos de aplicación de la teoría del bienestar).

Como lo profundizó analíticamente la teoría ortodoxa, si las leyes de turno no son las propias de la estricta competencia perfecta debido a la presencia de economías de escala, externalidades, indivisibilidades, incertidumbre, información incompleta, poder mono u oligopolístico, entre otras imperfecciones, el libre comercio no satisface necesariamente los postulados convencionales. Bajo estas condiciones el libre comercio permite a los países estar potencialmente mejor en términos de la teoría del bienestar aunque no por obligatoriedad actualmente mejor.

Según la misma óptica tradicional, el libre comercio no es necesariamente la mejor política para, al menos, algunos países en el caso de situaciones diferentes a la de la competencia perfecta pura.

Surge entonces el cuestionamiento sobre la política deseable para tales países en particular sobre la política proteccionista bondadosa a la luz de su impacto en el bienestar social de los países en cuestión. En este tema los economistas ingleses clásicos como Mill, Marshall, Edgeworth y Taussig, ya eran conscientes de que un arancel adecuado pudiera traer electos favorables al país que los impone a expensas de los demás países a medida que se mejoran sus términos de intercambio.

Posteriormente la teoría neoclásica demostró que la imposición de un arancel óptimo por parte de un país para el cabal aprovechamiento de su poder monopólico en el mercado mundial, es legítimamente considerada una política óptima para el país en cuestión, aunque para el resto en conjunto no.

"La política de Protección resulta, según la teoría ortodoxa, sub-óptima para todos los demás argumentos, por ejemplo, para la industria incipiente, para las distorsiones en la competencia, la distribución del ingreso, el empleo, la balanza de pagos, el poder de negociación, la defensa nacional, etc. En algunos casos de segundo orden o de tercer orden"

Hoy en día, la Comercialización Internacional depende en gran parte de las ventajas comparativas en donde un país tenderá a exportar aquellos bienes que produce con menor costo relativo respecto a otros bienes y tenderá a importar los bienes que produce con mayor costo relativo, esto después del análisis de los factores productivos.

En las economías actuales, existen patrones importantes a tener en cuenta en el proceso de comercialización internacional, como son: el factor tecnológico, la diferenciación del producto y las economías de escala.

Dentro de los flujos comerciales de los países, las multinacionales y las sociedades de comercialización internacional son los miembros de los activos del proceso. Las multinacionales se expanden y desplazan sus procesos realizando transacciones intra-industriales en los que la comercialización tiene, un enfoque más particular.

Por otra parte, las sociedades de comercialización internacional, tienen los siguientes objetivos:

• Abrir nuevos mercados y consolidación de los mercados existentes.

• Promoción y publicidad de productos en el exterior.

• Producir la comercialización internacional.

• También puede abastecer la oferta exportable.

• Importar insumos

• Prestar servicios.

• Realizar las transacciones comerciales internacionales.

• Desarrollar nuevos bienes con los productores y participar en proyectos de inversión con destino a los mercados externos.

El comercio exterior por su parte es la manera como un país da unas reglas de juego para un intercambio comercial con otros países, se hace referencia al intercambio de bienes, tecnología y servicios, y todo esto de acuerdo al plan de desarrollo de cada país.

Estas actividades se hacen por medio del Ministerio de Comercio Exterior. En Colombia por ejemplo, hay tres áreas fundamentales para trabajar: las negociaciones internacionales, el análisis de la evolución del comercio exterior colombiano y el apoyo al sector exportador. En estos momentos el Ministerio tiene centrado su interés en crecer el mercado externo, por medio de las exportaciones.

Existen dos factores importantes que ayudan al buen desempeño de la actividad comercial, y que hacen parte del comercio exterior:

1. Una política de comercio exterior organizada y dictada por el cuerpo legislativo, con la que se pretende equilibrar la forma como el exportador va a llevar sus productos a otros mercados; y como el importador va a ingresar sus productos de manera sana para competir en la economía. De esta política también depende que la balanza comercial tenga un buen comportamiento, para que la cuenta corriente no esté deficitada.

De aquí que esta política, también debe estar dirigida para regular y controlar las garantías entre exportadores e importadores, de modo que se pueda lograr una baja uniforme de aranceles de aduana y demás restricciones comerciales; de manera teórica esto significa que la productividad marginal de la unidad de los factores de producción sea la misma, tanto cuando se sustituye una importación por una exportación, como en el caso contrario; teniendo así una política comercial no neutral, que permita mejorar la relación de intercambio entre los países.

2. Una política de comercio internacional, que tiene como fin la aplicación de la política de comercio exterior, ya que ésta, da la pauta para el intercambio comercial entre las empresas nacionales e internacionales, y trata de desneutralizar los gravámenes y subsidios para nivelar la comercialización de sus productos, teniendo como fin principal mantener al país en una protección arancelaria, cambiaría, estable y razonable.

En Colombia, esta política ha tenido como función principal, la canalización de la política de apertura económica, pero desafortunadamente no se ha podido aplicar de manera clara ya que, es algo paradójico que esta política se esté desvirtuando, y no haya el país podido aplicarla de una manera ortodoxa, de forma que pudiese cumplirse que: la productividad marginal de una unidad de factor de producción sea igual a la productividad marginal de cualquiera de los otros factores, tanto cuanto se sustituye la importación, como cuando se hace la exportación, y que los incentivos no estén sesgados hacia el mercado interno.

De allí, que la economía colombiana siga orientada hacia el mercado interno, y que su ritmo de crecimiento de inversión y de exportaciones sean inadecuadas, por tanto, es imperativo iniciar un proceso de liberación lo más rápido e intenso posible.

También hace parte del Comercio Exterior las normas de calidad como son la Iso 9002, que consiste en la garantía máxima en eficacia de una empresa gestora, y sólo lo tienen las empresas más consagradas a la calidad de sus servicios y a la satisfacción de los anhelos de sus clientes. Esto hace que las empresas, tengan productos para competir en el ámbito de un mercado mundial, y alcanzar un mayor rendimiento en sus productos.

En Colombia el ministerio de comercio exterior mediante la creación de entidades gubernamentales de apoyo a los productores de sectores específicos desarrolla proyectos de comercialización internacional; estas entidades son:

Bancoldex: Ofrece a las comercializadoras internacionales acompañamiento financiero en sus transacciones y proyectos de producción con fines de exportación.

Proexport: Acompaña a la comercializadora dando recursos para apoyar actividades promocionales y marketing.

Instituto Colombiano de Comercio Exterior: (Actualmente en proceso de transformación de funciones y cambio de nombre) Es quien controla los sistemas especiales de importación y exportación, manejo de los beneficios ofrecidos por el gobierno al comercio exterior, como son: los certificados de Origen, Sistema especial de importación y exportación (Plan Vallejo). Sobre este último, mediante Decreto Ley 444 de 1967. se crearon los sistemas especiales de importación y exportación como un esfuerzo del gobierno nacional para promocional la exportación de productos no tradicionales.

Como puede observarse cada uno de los conceptos anteriormente descritos tienen una gama general de aplicaciones y la integración de ellos ha generado una nueva concepción política económica y social inmersa en un nuevo modelo económico que ha sido apoyado por quienes defienden las teorías clásicas del siglo XVIII y XIX expuestas por ADAM SMITH y DAVID RICARDO respectivamente y rechazado por quienes aún mantienen vivas las esperanzas en las teorías KEYNESIANAS de principios de siglo, este modelo se conoce como: NEOLIBERALISMO.

Este se define como corriente del pensamiento económico heredado del liberalismo tradicional, y por consiguiente, partidario de la mínima intervención posible del estado en la economía y de la máxima libertad para los agentes económicos. Lo que pretende este modelo es que el mercado, actuando dentro de la competencia perfecta y liberado de todo obstáculo c intervención estatal sea capaz de repartir los recursos disponibles en forma óptima, de aprovechar las ventajas comparativas de cada país, de lograr las máximas tasas de inversión, de ahorro y de crecimiento, de mantener y mejorar el nivel de empleo, de incrementar su productividad marginal y buscar elevar el ingreso sin tener que recurrir a la redistribución del mismo.

Se hace énfasis especial en el comportamiento de la oferta productiva, para la que se espera haya una eliminación significativa del intervencionismo de estado que permita la adopción de una economía de mercado tanto interna como externa y lograr así resultados positivos en términos macroeconómicos. Su propósito fundamental consiste en proponer un ajuste estructural que responda a las nuevas tendencias de la economía capitalista como la globalización acelerada, la flexibilidad de los procesos productivos, la independización de los circuitos monetarios y crediticios e incorporación de innovaciones tecnológicas.

El modelo pone a funcionar el libre juego de la oferta y de la demanda o libre competencia, en una época que se sabe, es propia de las multinacionales, las transnacionales, los monopolios y los conglomerados con suficiente capacidad de manipular el mercado y de poner al estado a su servicio.

También se podría decir que el neoliberalismo busca acrecentar las ganancias del capital privado, restaurando las relaciones entre capital, trabajo y Estado, procurando que el capital nacional y extranjero maximice sus ganancias.

El modelo denuncia no sólo el estatismo sino que condena toda intervención estatal a la que considera concircunstancialmente nefasta. El neoliberalismo es igualmente una ideología y una estrategia en los últimos veinte años ha sido disfrazado bajo otros seudónimos como "Reaganeconomía" en alusión al presidente Norteamericano Ronal Reagan. el" Thatcherismo" recordando a la dama de hierro la ex-primera ministra del Reino Unido Margaret Thachert, "economía neoclásica, monetarismo, ajuste estructural", etc.

Como ideología tiende al culto del mercado y a la subordinación de todos los actores económicos; como estrategia es un apoyo a la privatización de las entidades estatales, a la rebaja de gastos de bienestar social, a la libertad de movilidad de capital y a la renovación acelerada de la naturaleza pero adicional mente, restringe la participación sindical y la delimitación de las concesiones ganadas por la clase obrera, entre otras.

Podría sintetizarse el pensamiento neoliberal en los siguientes principios básicos:

1. La mundialización de la economía es el camino de la felicidad.

2. El sector público es menos eficiente que el sector privado.

3. Lo económico tiene preponderancia sobre lo político.

4. Asia es el porvenir del mundo.

5. La libertad de cambio es necesaria.

6. La baja de las tasas de interés facilita el crecimiento.

7. Hay que erradicar la inflación.

8. El déficit publico es perjudicial.

9. Hay que disminuir los impuestos.

10. Para aumentar el empleo hay que suprimir el salario mínimo.

De una o de otra forma la economía mundial se encuentra en un proceso de transformación tendiente a generar las soluciones que faciliten el enfrentar el nuevo milenio con las herramientas necesarias para aliviar las crisis en las que acaba sumergida en el presente siglo.

Buenas o malas las soluciones, fundamentalmente lo que debe esperarse es que haya una integración proactiva de todas las formas posibles de participación llámense estatales, gremiales, sociales, políticas, económicas o académicas, pero para ello se debe abandonar el ostracismo intelectual al que se ha llegado, el olvido del pensamiento social y el desinterés por el crecimiento y desarrollo conjunto, y esto sólo es posible si desde cualquiera de los círculos anteriormente mencionados se estimula la investigación y el desarrollo, el conocimiento fundamental de los procesos y la racionalización del individuo como generador de progreso.

 

BIBLIOGRAFÍA

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