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FUNDAMENTOS DE LA PROSPECTIVA "LA DISCIPLINA DEL CAMBIO"

 

 

Andrés Velásquez; Tania Lucía Sepúlveda M. *

*Grupo de Prospectiva Futuros U. de M.

 

 

FUNDAMENTOS

El futuro; palabra llena de interrogantes, de in-certidumbre y de angustia. Cuánto quisiéramos nosotros saber qué nos espera, por lo menos dentro de la próxima media hora de vida?. Pregunta sin respuesta, o al menos sin una respuesta certera en su totalidad. Pero así como se puede afirmar que el futuro es enigmático, es posible también afirmar que puede erigir el "mar de las posibilidades". El futuro es un mundo, un mundo que nos brinda - según como lo veamos - todo lo necesario para triunfar o fracasar; para destruir o construir oportunidades. Son estos dos ingredientes - la incertidumbre y la oportunidad - los que hacen tan atractivo, misterioso y a la vez tan fascinante el futuro.

A lo largo de la historia, los dos componentes constitutivos del futuro han motivado el interés de la humanidad por conocer y predecir el destino de las personas y las instituciones. De esta manera, desde la antigüedad no han sido pocos los que de una u otra forma se han aventurado a lanzar constantes pronósticos –algunos acertados, otros fallidos– acerca de los acontecimientos futuros. Un ejemplo de ello eran los profetas, cuyo propósito era el de advertir a la población sobre sucesos futuros de impacto mayor. Los adivinos por su lado también hacían parte de este grupo de personas, pero enfocados siempre hacia predicciones de carácter individual, a diferencia de los profetas quienes se referían a amplios sectores sociales.

Vale añadir acá que los pronósticos son peligrosos, y que el futuro no es conocible en el sentido de predicción exacta. Los modelos y datos predictivos "más sólidos" en apariencia están basados en suposiciones débiles, en especial cuando se refieren a asuntos humanos.

En este aspecto hay que tener algo en mente, todo el que pretenda predecir o prever el futuro puede ser considerado como charlatán, pues el futuro no esta escrito en parte alguna: esta todo por hacer. De no ser así, nuestras vidas carecerían de sentido, siempre sabríamos lo que va a pasar sin tener oportunidad de cambiarlo, tendríamos que, simplemente esperar a que los acontecimientos lleguen, se acabarían las esperanzas, las personas y los ambientes no evolucionarían y estaríamos disfrutando de una vida similar a la muerte.

No es fácil asumir una posición definida frente al futuro. Para lograrlo es necesario, antes que todo, tratar de entenderlo; tarea que en ningún momento se toma sencilla de hacer. Pero partamos de lo que ya conocemos para tratar de responder a este interrogante.

Es posible manifestar que tanto incertidumbre como oportunidad los elementos constitutivos del futuro comparten una variable única y esencial para la existencia de éste. El cambio, la única variable capaz de explicar los acontecimientos del mañana es considerada por muchos como el eje fundamental de los fenómenos temporales. Así, incertidumbre y oportunidad están en función del cambio. Por esto Alvin Toffler no dudó en afirmar que "... el cambio es el fenómeno por medio del cual el futuro invade nuestras vidas... ", refiriéndose no al cambio como tal, sino a la velocidad con que éste se produce. Por lo tanto, para entender el futuro, o más bien, para entender cómo llega el futuro a nuestras vidas primero debemos entender el fenómeno del cambio.

Ahora se sabe que el foco del asunto se encuentra todo en la manifestación del cambio. Entonces el problema ya no es determinar la actitud que una persona o una organización deba asumir frente al futuro, sino más bien, determinar la actitud que deban asumir éstas frente a los cambios cada vez más acelerados en la sociedad.

Para dar una aproximación a la solución de este problema, podemos decir que en forma resumida existen 3 actitudes básicas que los agentes sociales pueden adoptar para enfrentar los cambios:

1. Actitud pasiva: Es equivalente a la actitud resignada que prepara a los individuos no para afrontar los cambios, sino para sufrirlos.

2. Actitud reactiva: Es una actitud en la que simplemente los cambios se esperan para poder actuar.

3. Actitud prospectiva: Sustentados modalidades

a) Actitud preactiva: Es la actitud que permite a los individuos que la asumen anticipar los acontecimientos a la vez que los prepara mejor para afrontar los cambios.

b) Actitud proactiva: Es una actitud muy estratégica, pues mediante algunos análisis le permite a los individuos que la adoptan crear los requisitos adecuados para que los cambios se adapten a sus condiciones de juego. 1

El objetivo de todo individuo o agente social 37 debe ser el de asumir la tercera actitud, la actitud prospectiva, pues con ésta tendrá luces para iluminar sus acciones en el futuro. Es como si para enfrentar el futuro los agentes sociales escogieran contar con un mapa que, aunque general e incompleto, sujeto a revisión y corrección, constituye una guía muy acertada para la loma de decisiones en el presente. La configuración de este mapa es el objetivo último de las técnicas y los modelos prospectivos.

La actitud prospectiva nació - según los dice Michel Godet - . Esto es bastante claro, pues uno de los fines de la prospectiva es el de realizar pronósticos de una forma técnica empleando una gran diversidad de herramientas analíticas.

 

LA PROSPECTIVA COMO CIENCIA

La razón de ser de la prospectiva como ciencia esta fundada en el futuro mismo, en la existencia del cambio, y se sustenta en la premisa de que los cambios que se dan hoy por hoy no son tan confusos y fortuitos como aparentan ser. Mas bien reconoce la existencia de ciertas pautas y fuerzas identificables que les dan forma a estos cambios, y que una vez comprendidas se nos hace factible afrontarlas con método, en lugar de hacerlo de un modo desordenado.

En este sentido, es posible la identificación de innumerables fuerzas de este tipo, las cuales en la actualidad son conocidas como "hechos portadores de futuro", o también llamados "factores de cambio".

De aquí en adelante, llamaremos "factores de cambio" a todas aquellas fuerzas identificables que potencian o promueven los cambios en el entorno, que a su vez, determinan los grados de incertidumbre o el número de oportunidades que conforman el futuro.

Una vez entendido esto, han sido innumerables los intentos por descubrir y explicar los factores de cambio de nuestra sociedad. Un ejemplo de ello es la labor realizada por el Proyecto Milenio de las Naciones Unidas 38, el cual, en su primera fase identificó 15 factores de cambio que les permitirá brindar una capacidad global de alerta temprana y análisis de problemas, oportunidades y estrategias –sobre todo de anticipación– a largo plazo en todo el mundo. Estos 15 hechos portadores de futuro son:

1. Crecimiento de la población mundial. La población mundial esta creciendo; la oferta de alimentos, agua, educación, vivienda y atención medica debe crecer aceleradamente.

2. Disminuye el agua potable. El agua potable está comenzando a escasear en áreas localizadas del mundo.

3. Brecha cada vez más grande entre ricos y pobres. La brecha entre los niveles de vida de ricos y pobres promete volverse mas profunda y divisoria.

4. Enfermedades nuevas y recurrentes, y microorganismos inmunes. Aumenta la amenaza de enfermedades nuevas y recurrentes y la inmunidad de los microorganismos.

5. Toma de decisiones. Disminución de la capacidad de decisión (a medida que las cuestiones se vuelven más globales y complejas bajo condiciones de creciente incertidumbre y riesgo).

6. Terrorismo. El terrorismo es cada vez más destructivo, proliferante y difícil de prevenir.

7. Dinámica humana - ambiental. Interacciones adversas entre el crecimiento de la población y el crecimiento económico con la calidad del medio ambiente y los recursos naturales.

8. Cambio de status de la mujer. El status de la mujer esta cambiando.

9. Hostilidades religiosas, étnicas y raciales. Profundización de los conflictos religiosos, étnicos y raciales.

10. Tecnología de la Información. Promesas y peligros de la tecnología de la información.

11. El Crimen Organizado. Los grupos del crimen organizado se están transformando en empresas globales sofisticadas.

12. Crecimiento Económico. El crecimiento económico origina consecuencias prometedoras y amenazantes.

13. Envejecimiento de las Centrales Nucleares. Las plantas de energía nuclear en todo el mundo se están envejeciendo.

14. Pandemia HIV. La epidemia de HIV continuará propagándose.

15. Cambio de la Naturaleza del Trabajo. El trabajo, el desempleo, el ocio y el subempleo están cambiando.

Como puede observarse, la mayor parte de estos factores de cambio constituyen graves problemas que aquejan a la humanidad, para lo que esta primera fase del proyecto ha concluido que existen los medios técnicos para individualizar el consenso en cuanto a la gama de medidas globales para resolverlos. Además sostiene que "... si bien parece existir una convicción generalizada en materia de globalización e integración de la economía, actualmente no existe la convicción paralela de que son necesarias una política, un gobierno y una coordinación, globales".

Esta afirmación nos lleva a un punto interesante. Si el futuro, y todos los factores que lo generan son problemas globales, entonces las soluciones pertinentes deben ser preocupación de la sociedad en general. Esto hace de la prospectiva algo de consenso e interdisciplinario y es quizás su mayor fortaleza, pues reúne las opiniones de todos y cada uno de los agentes sociales en cuestión.

Pero adicionalmente surge una necesidad. Ya no es suficiente limitarse solo a solucionar los problemas que acarrean éstos factores de cambio, sino que se ha hecho imperioso controlar dichos factores. Por qué?. Como se dijo anteriormente, factores de cambio como los que se muestran en la tabla anterior constituyen algunas de las fuerzas identificables que le dan forma a los cambios o transformaciones que determinan la llegada del futuro.

Si esto es así, es posible pensar que si se llegara a alcanzar un control eficiente sobre estos factores de cambio, se puede lograr un manejo acertado del futuro. Pero ahora el interrogante es cómo alcanzar dicho control.

Para esto, es importante distinguir primero entre tres grandes clases de factores de cambio. los globales, los nacionales y los individuales. Los primeros pueden ser claramente observados en la tabla anterior, todos estos factores integran como ya se sabe problemas de índole global y cuyo control depende única y exclusivamente de un consenso de dimensiones globales, algo que es sumamente difícil de alcanzar. Los segundos hacen referencia a todos aquel los factores que inciden en forma directa sobre e panorama futuro de las naciones lomadas en forma independiente, y su control –difícil pero no imposible– viene determinado por el consenso logrado entre todos los agentes sociales dentro de cada país. Los terceros, hacen relación a los factores de cambio que determinan el futuro de cada uno de los agentes sociales, que van desde una persona común y corriente hasta las grandes organizaciones, en otras palabras, se refiere a todos aquellos factores sobre los cuales el control esta a cargo de una persona o un reducido grupo de personas.

Una vez identificadas estas tres clases de factores de cambio se hace evidente que es virtualmente imposible que un solo agente social ejerza un control total sobre alguno de los factores globales que se muestran en la tabla anterior. Esto es así porque para un solo agente social es mucho más difícil controlar los factores de cambio globales y nacionales que los individuales. Así una organización sí puede intervenir en forma total sobre los factores de cambio que le son pertinentes, pero solo si éstos están bien identificados.

Por otro lado, pueden existir innumerables futuros para cada agente social. Esto puede sorprender pero es cierto. Este punto puede ser explicado de acuerdo al grado de control que se ejerza sobre los factores da cambio. En la medida que un agente ejerza un débil control estará mas sujeto a las acciones de la suerte, y por el contrario, si este agente logra un control más consistente sobre los factores de cambio, estará configurando su futuro tal y como lo desee.

Es en este campo donde esta centrada la misión de la prospectiva como ciencia. La misión de provocar futuros, de evaluarlos, de jerarquizarlos y seleccionarlos: siendo para ello una de sus fases más importantes la anticipación de futuros diversos: posibles, probables, lógicos, deseables, temidos, futuribles, etc.

 

LA PREPARACIÓN PARA EL CAMBIO

En otro aspecto, la necesidad estratégica de asumir actitudes prospectivas frente a los cambios no significa que estos dejan de ser peligrosos; por el contrario, los factores de cambio son cada día más fuertes y potencian a su vez su propia aceleración. En otras palabras, los hechos mismos se han encargado de mostrar que durante el último siglo se han presentado más cambios en todos los niveles de la sociedad que los que se presentaron desde el inicio de la humanidad hasta el siglo pasado.

Esto es lo que induce a cuestionarnos sobre la capacidad del hombre para afrontar los nuevos cambios que se presentan. Es una realidad inapelable, el cambio cae como una avalancha sobre nuestras cabezas y la mayor parte de las personas estamos muy mal preparadas para luchar contra ella.

Esta condición del hombre no es nueva. Y no es para más, desde pequeños estamos acostumbrados a mirar siempre hacia atrás, y nunca, casi nunca hacia delante.

Considérese, por ejemplo, el contraste entre las maneras en que las escuelas y colegios de hoy se refieren al espacio y al tiempo. Casi todos los alumnos son cuidadosamente ubicados en el espacio. Tienen que estudiar geografía. Mapas, planos y globos terráqueos les ayudan a concretar su situación espacial. Se les fomenta con mucho entusiasmo el sentido de la ubicación con referencia a su ciudad, región o país.

En cambio, cuando se trata de ubicar al alumno en el tiempo, las instituciones educativas lo hacen verdaderamente mal. Saturan al estudiante de nociones sobre el pasado de su país y del mundo. Lo hacen estudiar las antiguas Grecia y Roma, el auge del feudalismo, la Revolución francesa, etc. Y se la induce a aprender relatos Bíblicos y leyendas patrióticas. Se le abruma con interminables historias de guerra, revoluciones y levantamientos, lodo ello debidamente marcado con sus correspondientes techas.

En algunos casos, incluso se le pone al comente de sucesos actuales. Se le pide que traiga recortes de periódicos, y es posible que algún maestro realmente emprendedor le aconseje que observe las noticias televisadas por la noche. En otras palabras se le brinda una sutil porción del presente.

Y aquí se para el tiempo. Las instituciones educativas, en su gran mayoría, guardan silencio sobre el mañana. El tiempo llega corriendo y se detiene bruscamente, se hace que el estudiante mire hacia atrás y no hacia delante. El futuro, desterrado del aula, es también desterrado de su conciencia. Es como si no hubiese futuro.

Es preocupante que esta situación deje manifiesto que en Colombia éste subsistema tan crítico –la educación– está funcionando peligrosamente mal. Esta bien, todos los sectores de la sociedad coinciden en lo mismo "el futuro de nuestras naciones esta en los jóvenes y en los niños, y a la vez, el futuro de éstos depende casi exclusivamente de su educación Pero viene la pregunta. ¿Será que nuestras instituciones educativas sí miran hacia el futuro?. La respuesta es apenas obvia

En lo que tiene que ver con el sistema educativo, en Colombia al problema de la cobertura se le ha sumado el problema de la calidad, y es en este último donde se centra nuestra discusión. Son innumerables las causas por las cuales se hace evidente que nuestros estudiantes están siendo mal preparados: La baja inversión pública en educación, la carencia de un sistema de formación, selección y remuneración de los docentes, la politización del sistema educativo, etc. implican los aspectos formales del problema, pero a su vez estas causas desembocan en consecuencias tan graves como una marcada descomposición social, una baja capacidad productiva, una disminución en las posibilidades del mejoramiento de la calidad de vida, y el sostenimiento de un sistema inequitativo, discriminatorio e ineficiente.

Al analizar nuestro sistema educativo se puede comprobar que esta muy alejado de la adquisición de compromisos públicos y privados encaminados al desarrollo de habilidades necesarias para el desarrollo humano y nacional, que son complementarios con una imagen objetiva de su futuro. En nuestro país, muchos establecimientos educativos se encargan de inhibir y hasta impedir el desarrollo de dichas habilidades, traduciéndose esto en una ausencia de imágenes y escenarios determinando así un vacío del futuro, reflejando de esta manera la marcada expresión de crisis en la sociedad colombiana.

El tradicionalismo pedagógico en nuestras instituciones educativas, caracterizado por la repetición del conocimiento, la obligación del saber, la dictadura del maestro, la pasividad del estudiante, la represión de las evaluaciones, la formación de un producto, y la tecnología tiza-tablero-lengua, entre otras, es uno de los grandes problemas que atenían contra la calidad de la educación en nuestro país.

Todas nuestras instituciones educativas están formando a sus alumnos en el pasado, miran siempre hacia atrás, hacia un sistema agónico, más que hacia delante, donde está la "sociedad naciente". Todas sus enormes energías tienden a formar un hombre preparado para sobrevivir en un sistema que va a desaparecer antes que él.

Para corregir este problema debemos buscar nuestros objetivos y métodos educativos en el futuro y no en el pasado. Entonces, si a los alumnos se les imparte con tanto ahínco cursos de historia: ¿por qué no darles también cursos de futuro? En estos cursos podría impartírsele a los alumnos un sentido de exploración de las posibilidades de futuros próximos de la misma forma en que se les enseña el desenvolvimiento de la Revolución Francesa o el sistema social de los romanos.

Esta alternativa se cristalizaría con la conformación de equipos de personas dedicados a ensayar el presente en función del futuro, proyectando "futuros factibles", estableciendo respuestas docentes adecuadas a éstos, sometiendo las alternativas a debate público, y produciendo de esta manera soluciones.

En la medida en que éstos grupos de personas avancen en su propósito, podrían entrar en la colaboración de investigaciones del futuro. Además, alentarían una adecuada difusión del pensamiento por diversos medios comunicativos, para ser tenidos en cuenta en la elaboración de políticas públicas, capacitación avanzada y educación pública y privada.

Ahora para terminar, lo que requerimos todos es una mentalidad renovada, un propósito personal y colectivo en cuanto al mejoramiento del pensamiento global sobre el futuro y todas las fuerzas que lo provocan. En otras palabras, todos necesitamos adoptar una nueva disciplina, la "disciplina del cambio".

 

BIBLIOGRAFÍA

• TOFFLER Alvin. EL SHOCK DEL FUTURO. Ed Plaza & Janes. 1970

• GODET Michel. DE LA ANTICIPACIÓN A LA ACCIÓN. Ed Alfaomega. España 1993

• MIKLOS Tomás. SEMINARIO - TALLER DE PLANEACION PROSPECTIVA Y ESTRATEGIA. Sociedad Mundial del Futuro. 1997

• Jerome C. Gleni and Theodore Gordon. EL ESTADO DEL FUTURO IMPLICACIONES PARA LA ACCIÓN

• COLOMBIA: UN PAÍS POR CONSTRUIR. Instituto; SER de Investigaciones. Septiembre 14 de 1998.