Editorial
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Abstract
Queremos tomar la imagen algo indefinida que ilustra la portada de nuestra tercera entrega como una metáfora para referimos a ese individuo que se apropia de la ciudad, la habita y la marca con su presencia; al ciudadano que, al fin de cuentas, es otra historia, otra sombra, otra mano que trata de alcanzar la porción de esperanza que le corresponde bajo el sol. En esta ocasión iniciamos la hojeada ojeando la ciudad como espacio de comunicación. En el recorrido nos topamos con el cuerpo del desplazado, asumido desde una perspectiva estética; en la Medellín, que en el umbral de siglo recibe a cientos de desarraigados, conviven también los jóvenes construyen su identidad desde la puesta en escena de complejos modos de acción y relación con su espacio y con sus gentes. En las barriadas el álbum familiar testifica el nacimiento del Rock; gracias a ese efectivo dispositivo de memoria, que al hablar de los amigos retrata a toda una generación, se revive la historia y se disparan los recuerdos. Después de la reflexión sobre los desplazados, se da cuenta, entonces, de esas huellas que fueron configurando las culturas juveniles urbanas contemporáneas.