Dioscórides Pérez: Toda performance tiene una estructura previa o se configura en el instante del suceso
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Resumen
Entrevista de
Óscar Jairo González Hernández
Universidad de Medellín
¿Por qué has titulado el libro de esa manera y qué buscas causar o no con el título mismo: Sembrar bambú en el corazón?
El bambú simboliza en China la paciencia y la perseverancia. Una vez sembrado, el bambú se manifiesta en la superficie como un pequeño brote, pero bajo tierra está echando raíces. Después de cinco años, surge y se eleva rápidamente hasta alcanzar mucha altura; habrá de demorarse un tiempo largo para florecer. Cuando llegué a China en el otoño de 1984, tuve que hacer a un lado mi importancia personal y mis conocimientos y empezar un proceso de reeducación del cuerpo y los sentidos para adaptarme a esa tierra de dragones. Debía iniciar mi preescolar chino, aprender a leer y escribir los caracteres del mandarín para poder nombrar los deseos y las cosas, a comunicarme con el lenguaje de los gestos, y hacer empatía con el entorno y el espíritu de esa cultura. Esto exigía mucha observación, paciencia y perseverancia. La clave fue aprender a Ver-Sentir-Hacer; fue realmente como sembrar bambú en el corazón. Inicié con la práctica del ojo y el asombro y a sentir cómo 'la belleza penetra lentamente'. El título del libro es una metáfora del aprendizaje del hanyu y del sembrar en el cuerpo el conocimiento a través del arte de la meditación del taichí.
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