A propósito del libro de poemas La risa de Demóstenes, rara, III
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Resumen
Gabriel Jaime Caro
Medellín: Editorial Topográfica
2017
Me gustan las alegorías herméticas
Entrevista de Óscar Jairo González Hernández
Aniversario de soldados rana se ven por mi ventana. Los grandes
poetas siguen al Dante en el primer círculo del infierno, pleitean,
no hay tulipanes, ni rosas, los derivados versos despojados de
rimas o febrífugos para el descanso, sincopados rumores.
Tildado de rumores. La simple condesa.
Retornando al sueño, hace mover las hojas, un viento huracanado,
Justine, abrir la puerta de un carro blindado, y muere
acribillada. Un robo de una palabra que permanecerá oculta
en este poema.
¿A qué horas el hombre inventó el fuego? 2978 respuestas,
cientos de ellas olvidadizas. El polvo del polvo del otoño
preeminente, la horrible exposición para un reino demente,
menos para la espinosa afrenta. Si me libero, no puedo.
Gabriel Jaime Caro (Gajaka), La sonrisa de Demóstenes